Amanecer en el Mar Egeo, Grecia.
Que tus despertares te
despierten, y que al despertarte, el día que comienza te entusiasme y que jamás
se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana en
cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más
positivo de cada persona que se cruce en tu camino.
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque
“sólo” se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y
breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la
salud, ese misterio y fantástico equilibrio interno.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus brazos, abracen.
Y que tus besos, besen.
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.
Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la tarea
satisfactoria realizada durante el día.
Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de
las cosas con su precio.
Y que no te creas más que nadie, porque, sólo los ignorantes
desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida
es un regalo, un obsequio, y que, si fuésemos realmente valientes, bailaríamos
y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello.
Como un pequeñísimo homenaje al misterio de la vida que nos acoge,
nos abraza y nos bendice.
¿Qué es el Hosh Hashaná? Es el aniversario de la
creación de Adán y Eva, un día de juicio y coronación.
La festividad de Rosh Hashaná, que
significa “Cabeza del Año”, se celebra dos días, comenzando el 1.° de Tishrei,
que es el primer año del año judío.
Para los judíos, Rosh Hashaná es el día
del juicio, y para ellos en este día el Creador revalúa si merecen o no tener un año más de vida. Es un
espacio para reflexionar sobre la fragilidad humana y valorar el regalo de
estar vivos. En el transcurso de los dos días se realizan diferentes rezos y
ritos para celebrar la llegada del nuevo año.
El principal cumplimiento de Rosh Hashaná consiste en hacer
sonar el shofar, el cuerno de carnero, que también representa el toque de la
trompeta cuando un pueblo corona a su rey. El grito del shofar es también un llamado al arrepentimiento, porque Rosh Hashaná es
también el aniversario del primer pecado del hombre y de su arrepentimiento por
dicho pecado. En total, en esta celebración se escuchan cien sonidos del shofar.
Otras observancias de Rosh Hashaná
comprenden comer un pedazo de manzana con miel, para simbolizar nuestro anhelo
de un año dulce, y otros alimentos especiales que simbolizan las bendiciones
del nuevo año.
También, bendecirse el uno al otro con las
palabras “Leshaná tová tikatev vetejatem”, “Que seas inscrito y sellado para
un buen año”.
Finalmente, Tashlij, una plegaria especial
que se dice cerca de un cuerpo de agua (un océano, un río, una laguna, etc.),
evocando el versículo que dice “Y Tú arrojarás sus pecados a las profundidades
del mar”.
Me gustaría desearte que tus días sean así: Plenos,
Enriquecedores e Inolvidables.
Josefina
Mateos M
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