lunes, 2 de agosto de 2021

SI ALGUNA VEZ OLVIDO QUIÉN SOY


 SI ALGUNA VEZ OLVIDO QUIÉN SOY 

El alzhéimer, esa terrible enfermedad de la que todos hemos oído hablar y que muchos la conocemos directamente porque hemos tenido familiares que la han sufrido o la están sufriendo.

Es volver a ser niños pero al revés, según pasa el tiempo se desaprende lo que a lo largo de la vida se había aprendido. Caminar en sentido contrario, perder por el camino lo que tanto costó conseguir. Borra los recuerdos, buenos o malos, todos los que te gustaría conservar hasta el último momento de tu vida. Dejarte sin nada, vacío por dentro y desnudo por fuera. La mirada perdida en el infinito, sordo, ciego, mudo y con el cuerpo reducido a una piltrafa.

La memoria desaparece y la persona pierde la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno. Que duro es ver así a un ser querido, que no sabe quién eres tú, que no te conocen ni se reconoce. No te escucha ni te habla ni pueden comer. Depende de ti como cuando tú naciste dependiste de tus padres para que te cuidasen. Tan pronto le ves feliz y eufórico como al rato triste, depresivo y llorando.

Al principio se da cuenta que su memoria falla, son pequeños lapsus, que no se acuerda donde dejó las cosas, que te dice hija no me acuerdo de nada, perdóname; yo no quiero vivir así, como fulanita o menganita, antes de tener esa enfermedad quiero morir.

Las personas afectadas van sufriendo una discapacidad y dependencia progresivas que afecta incluso a la realización de las actividades más básicas. Esto significa que pueden tener dificultades para comer, vestirse o incluso, en fases muy avanzadas, para andar.

El Alzheimer es una enfermedad que genera un deterioro cognitivo progresivo, pierden la memoria, se altera el lenguaje, tienen dificultades de orientación temporal, y personal, también para la planificación de tareas o la resolución de problemas. Este deterioro suele acompañarse de cambios en la personalidad y el comportamiento. La capacidad de la persona para ser autónoma y llevar a cabo las actividades de la vida diaria va disminuyendo, de modo que en las fases más avanzadas necesitarán ayuda y cuidados.

 Hay una bonita poesía de Fina Tur que dice:

Si alguna vez olvido quién soy…

Ven y llévame al mar para que me funda en su azul…

Dile a la luna llena que necesito verla…Y a las estrellas que vigilen que no me apague…

Recuérdame cada intento…Para que recuerde que fui capaz…

Enséñame montañas, sonrisas y nubes…Y dime que me esperan…

Tararéame bajito y balancea mi cintura para que la música regrese a mis pulmones…

Susúrrame un “te quiero” para que mi corazón recuerde lo que es latir…

Dime que los sueños son más reales que la realidad y que me esperas allí para demostrármelo…

Tráeme lluvia y tormentas para poder resguardarme en casa…

Inventa fantasmas y fantasías que hagan temblar mi piel…

Abre puertas que resuciten mi alma y me devuelvan la fe…

Átame a tu abrazo y no me dejes escapar…

Mírame a los ojos para que los tuyos griten mi nombre y me reconozca de nuevo…

Y hazme saber que el amanecer no amanece sin mi despertar…

…Si alguna vez olvido quien soy…Por favor…No lo olvides tú…

 

Josefina Mateos Madrigal

2 de agosto de 2021