sábado, 22 de junio de 2019

LA COMPETICIÓN DE CONEJOS


Hace mucho tiempo, cuando era pequeña me contaron un cuento que se me quedó grabado en la memoria de niña, ahora de mayor lo comprendo todo mejor.

Se celebraba una carrera de conejos y había una gran multitud de gente dispuesta a animarlos. El objetivo era llegar al pico más alto de la montaña.
Empezó la carrera.
Los espectadores no creían que pudieran alcanzar la cima de aquella montaña tan alta.
Lo que se escuchaba era:
            -¡Qué pena! Esos conejitos no lo van a conseguir, no lo van a lograr…
Los conejos comenzaron a retirarse. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud gritaba:

-¡Qué pena, no lo van a alcanzar!
Los conejitos estaban dándose por vencidos…salvo uno que seguía sereno, y cada vez con más ímpetu.
Cuando estaban llegando al final de la competición todos desistieron menos un conejito que corría tranquilo, y cada vez lo hacía con más fuerza.
Llegando al final todos abandonaron menos ese conejito, que curiosamente, en contra de todos seguía y pudo llegar a la cima con todo su esfuerzo.
Los otros querían saber qué le había pasado. Un conejito fue a preguntarle cómo había conseguido concluir la prueba. Y descubrieron que era sordo.

Muchas veces nos dejamos influir de lo que oímos y de lo que nos dicen. No confiamos en nuestro criterio, intuición, en nuestra fuerza y capacidad en hacer lo que nos gusta o proponemos. A veces fracasamos antes de intentarlo, solo por escuchar a los demás decir que no se puede, que no valemos, que somos unos inútiles. Muchas veces nos dicen lo contrario que lo que deberíamos hacer solo para que no consigamos nuestro objetivo, la envidia es una enfermedad.
Hay que hacer realidad nuestros sueños, tratar de llegar a la meta y no fracasar antes de la salida. Si hacemos lo que nos gusta, si ponemos ilusión en ello, disfrutaremos haciendo y seremos felices.

Un perdedor no es quien llega el último, sino aquel que se sienta mira y nunca ha intentado correr.
Un verdadero espíritu indomable, rebelde, es aquel que busca la felicidad en esta vida. El querer lo es todo. Si quieres ser feliz lo serás.
Es la voluntad la que transporta las montañas. El amor, la voluntad, el deseo y la pasión de cumplir los sueños son alas del espíritu de las grandes hazañas.


Josefina Mateos.

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