lunes, 11 de noviembre de 2019

LA VIDA GOLPEA

Peonía

LA VIDA GOLPEA


La vida te da muchos golpes una y otra vez, parece como si nos castigase sin darnos explicación. No encontramos la razón y el motivo por lo que se ceba con algunos y a otros les premia continuamente. Por muchos palos que recibamos no aprendemos porque nosotros somos así, lo llevamos en nuestra alma. La mayoría vivimos acordes con nuestra conciencia, somos compasivos y nos apiadamos de cualquier ser viviente que sufra y lo esté pasando mal, somos empáticos y sensibles. A veces surgen dudas de si intentarán aprovecharse de nosotros porque nos ven como seres débiles.
El profesor Bert Helliger dijo que:
“La vida te decepciona para que dejes de vivir con ilusiones y ver la realidad”. No estoy de acuerdo, la vida no te decepciona, somos nosotros los que a veces nos decepcionamos porque hemos puesto nuestras expectativas muy altas y por mucho que lo intentemos no está a nuestro alcance lo que deseamos. Si dejas de vivir con ilusión y dejas de soñar es que estás muerto. Vivir con ilusión es vivir alegre y con fe en el futuro.

lunes, 4 de noviembre de 2019

STAVOREN (LEYENDA HOLANDESA)



STAVOREN (LEYENDA HOLANDESA)

En el suave paisaje holandés, neblinoso y lluvioso, donde aparece a veces un sol tibio y pálido, se erguía en otros tiempos la bella ciudad de Stavoren.
Hace más de seis siglos Stavoren era la más rica de todas las ciudades comerciantes de Holanda. Su puerto era siempre un bosque de mástiles y jarcias de bergantines. De allí salían los barcos que surcaban todos los mares y regresaban cargados de los más bellos y ricos productos de todos los países.
Crecía la abundancia de Stavoren y aumentaban los palacios de mármol guarnecidos de oro. Había en la ciudad gentes humildes, pero era más el número de orgullosos potentados que derrochaban sus riquezas en magníficas  fiestas.
Entre todos los ricos comerciantes de Stavoren, ninguno tan soberbio y opulento como el joven Richberta. Su numerosa flota mercante traía diamantes, perlas y oro de tierras lejanas. Las riquezas de Richberta eran incalculables. Su palacio era el  más hermoso, y en los festines no faltaban los manjares más valiosos y refinados. Al tiempo que crecían los tesoros  de Richberta crecían su vanidad y su desprecio  hacia las gentes humildes.