jueves, 18 de abril de 2024

“DIOS TE BENDIGA, EL PODER DE UNA SIMPLE FRASE”


 

“DIOS TE BENDIGA, EL PODER DE UNA SIMPLE FRASE”

Siempre había leído y escuchado de lo bueno que es Bendecir. Es sentirse agradecido por los bienes y los dones que Dios, la vida y el Universo nos regalan cada día, es multiplicar la abundancia y la protección tanto al que bendice como al bendecido. Lo que encierran esas palabras son algo más, es un sentimiento, es un estado de bienestar, alegría y paz espiritual que no se puede explicar. Estamos transmitiendo y dando lo que más necesita el que recibe la bendición, sin nosotros saberlo. En la vida cotidiana, es común escuchar la frase "Dios te bendiga" en diferentes contextos. Ya sea al despedirse de alguien, al saludar a un amigo o simplemente como una expresión de buenos deseos, estas palabras tienen un significado profundo que va más allá de lo superficial.

La palabra "bendición" se refiere a un acto o palabra que invoca la protección y el favor de Dios sobre alguien. Al decir "Dios te bendiga", estamos deseando que esa persona reciba las bendiciones y el cuidado divino en su vida

Un día lluvioso de invierno, donde unas nubes oscuras y plomizas cubrían el cielo, fuimos a comprar a un gran supermercado. Aparcamos el coche y al bajar se nos acercó un chico joven que estaba vendiendo o dando unas pequeñas linternas a cambio de un euro, estaba mojado y la gente no le hacía caso y pasaba de él, parecía invisible a los demás. Cuando nos vio vino hacia mi marido y hacia mi ofreciendo las linternitas. La lluvia caía muy finamente, lloviznaba y hacía frío. Me dio mucha pena, nos dijo que no tenía trabajo, por aquel entonces estaba muy mal encontrarlo. Nos dio dos linternas y le dimos unos euros. Le dije que no hacía falta que nos diera las linternas, no las necesitábamos, que esas mismas linternas se las vendiera a otras personas y así podía sacar más dinero. Él se empeñó que nos las llevásemos. Le miré a los ojos, unos ojos que trasmitían bondad, me resultaban familiares, yo esa cara la había visto en algún lugar. Cuándo se estaba marchando le dije “Dios te bendiga”, en aquel momento un rayo de sol travesó las nubes, que por unos segundos se retiraron y dejó de llover. El chico se dio la vuelta, me miró, sonrió y me dijo: ¿ha visto eso? Me quedé parada con una sensación de paz y alegría que no sé cómo describirlo, mientras unas lágrimas de gozo recorrían mis mejillas Unos minutos antes le pedí a Dios que me diese una señal que existía. Cuando salimos del supermercado el chico ya no estaba.

Hemos vuelto a comprar muchas veces y nunca volvimos a ver a esa persona. Fue la primera y la última vez. Este hecho le recuerdo como algo especial que nos sucedió un día frío y lluvioso.

Decir "Dios te bendiga" no solo es una forma de expresar buenos deseos, sino que también puede tener un impacto emocional profundo en quien lo recibe. Estas palabras pueden brindar consuelo, esperanza y fortaleza en momentos difíciles, recordándonos que no estamos solos y que hay una fuerza superior que vela por nosotros.

En resumen, la frase "Dios te bendiga" va más allá de ser una simple expresión de cortesía. Es un recordatorio del amor divino y la protección que nos rodea en todo momento. Al utilizar estas palabras con sinceridad y corazón abierto, podemos transmitir esperanza, consuelo y bondad a quienes nos rodean.

Josefina Mateos Madrigal

18 de abril de 2024