LA
HISTORIA DE NORMAN COUSINS
Voy
a contarles una historia real.
Un
alto ejecutivo de Nueva York, redactor jefe del Saturday Review, Norman Cousins, cayó gravemente enfermo, una vez hospitalizado los médicos le diagnosticaron de
espondilitis anquilosante, una enfermedad muy dolorosa que lo dejó lisiado, con
sólo una posibilidad sobre quinientas de curarse.
Consciente
de su dolor y la gravedad de su enfermedad, Cousins se sumió en un estado de
depresión. Cuando más deprimido estaba más intensos eran sus dolores.
Cousins
no se resigna y decide, con la ayuda de su médico encontrar en sí mismo la
fuerza curativa.
Ante
esta situación los médicos le recomendaron que probara a reírse para sentirse
mejor, siguió el consejo a rajatabla.
Con
nada que perder, Cousins solicitó que le llevasen a la habitación del hospital
algunas películas de “El Gordo y el Flaco”, los Hermanos Marx. Cuando terminaba
de ver las cintas no paraba de reír, entonces comenzó a darse cuenta de que sus
dolores se atenuaban.
Tuvo
que abandonar el hospital y trasladarse aún hotel porque las risas no dejaban
dormir a los demás pacientes.
Descubre
las virtudes terapéuticas de la risa. Recibe a sus amistades y reduce su
tratamiento a fuertes dosis de vitamina C.
Según
sus palabras, se da cuenta que 10 minutos riéndose a carcajadas lograban
eliminar el dolor durante dos horas. Cuanto más reía mejor se sentía.
Combinando
su particular terapia de risa con el uso de vitamina C, logró recuperarse por
completo de su enfermedad y escribió el libro “Anatomía de la enfermedad”.
Hace
un par de años mi hijo, que es un gran cardiólogo, asistió en la universidad a
un curso sobre terapias alternativas y le hablaron sobre el beneficio de la
risa en la salud.
Encargó
en una librería el libro que escribió Cousins y me lo regaló. Desde entonces
procuro ver películas cómicas, es decir, comedias. No quiero sufrir frente a la
pantalla por muy buena y recomendada que sea una serie o una película, no
quiero dramas, ni terror, quiero relajarme y reír, sé que eso va a liberar
endorfinas que me hacen sentir mejor.
La
risa genera bienestar y felicidad, elimina la ansiedad, el nerviosismo y la
angustia, aumenta la autoestima, aviva el espíritu, estimula la imaginación,
aclara nuestra percepción y disminuye las preocupaciones, desconfianza y los
miedos.
Deseo
que esta historia haya sido una caricia para tu alma. No hay nada más sano que
la risa.
Josefina
Mateos M.
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