LA TERNURA
Ternura es una palabra de la que todo el mundo habla, la
relacionamos con afecto, calor, dulzura y consuelo. Nadie puede vivir sin ella
porque la vida sería muy difícil si faltara. Una palabra que va directa al
corazón, pues evoca los momentos en los que nos encontramos maravillosamente
bien, relajados, confiados y gozosos de amar y ser amados…
La ternura es una
sensibilidad para con los estados del alma del otro. La ternura es el arte de
sentir a la persona, al ser humano es su totalidad.
La ternura acaricia,
abraza, protege y se puede materializar en unas palabras, un pensamiento, un
deseo, una acción.
La ternura es una actitud afectiva interior. El arte de ser cariñoso,
un deseo, una acción.
La ternura es una actitud afectiva interior. El arte de ser
cariñoso y amable con las demás personas.
La ternura es la delicadeza, la
insignificancia, el detalle, no es lo grandioso.
La ternura es la suavidad de
una caricia, no el fuego de una pasión.
TERNURA según el diccionario es: cariño, amor, amabilidad o
afecto. Cualidad de la persona que muestra fácilmente sus sentimientos,
especialmente de afecto, dulzura y simpatía.
Algunos piensan que ternura es sinónimo de debilidad, pero
es justamente lo contrario.
Necesitamos un corazón tierno para tener cualquier tipo de
relación sana.
Es la ternura de los padres para con los hijos, de la esposa
respecto a su esposo, y viceversa, de los hermanos y hermanas, de los amigos…La
ternura nos hace receptivos al placer o al dolor de otra persona.
Una palabra de la que se tiene a veces miedo, pues no se
conoce cuál será la reacción del otro.
Hay gente tan especial que se mofa de quien posee este don
magnífico de la ternura, pero le llaman sentimental y romántico con sentido
despreciativo.
El hombre que no conoce el dolor no conoce ni la ternura de la
humanidad ni la dulzura de la conmiseración (Jean-Jacques Rousseau).
Sólo las
personas tiernas son realmente fuertes (James Dean).
Lo débil y lo tierno vencen lo duro y lo fuerte (Lao Tse).
En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza
(Oscar Wilde).
En el pecho materno absorbemos ternura para toda la vida
(José Narosky).
La ternura es un valor tan necesario en nuestra vida como el
aire o el alimento. Se nutre de cosas pequeñas que brotan del corazón, una
mirada, una mano, una sonrisa, un gesto, una palabra, un estímulo, un alimento.
La mejor forma de hacer frente a la ira es siempre a través de la ternura,
delicadeza y la amabilidad.
Deseo que toda la ternura que he tratado de transmitir en
este breve espacio de tiempo sea una caricia para su alma.
Josefina. Sin duda una caricia para mi alma he recibido con tu escrito sobre la Ternura. Sigue dándonos estas caricias. Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias, eso pretendo que sea una caricia para el alma.
Eliminar