El precio de un milagro, dos hermanos caminando. |
Hace unos días un amigo me
envió esta historia por wassaph, me gustó tanto que he querido compartirla.
EL PRECIO DE UN MILAGRO
Un niño pequeño rompió su “cerdito”,
tomo el dinero que estaba dentro y lo contó cuidadosamente. Incluso, hasta tres
veces
-“No
debo cometer ningún error aquí” pensó para si mismo.
Puso las monedas en un bolsillo, se puso su gorro y silenciosamente salió de su casa por la puerta trasera.
Después el niño se dirigió a
una farmacia y esperó pacientemente a que el farmacéutico se fijara en él y le
atendiese.
-¿En qué
puedo ayudarte, pequeño amigo? Preguntó el farmacéutico al niño que estaba en
el mostrador frente a él.
-Quiero
comprar un milagro. Respondió el niño.
-¿Perdón?,
dijo el farmacéutico.
-Mi
hermana está muy enferma y mi papá dijo que solo un milagro puede curarla
ahora.
-Entonces,
quiero hacer un milagro para ella ¿Cuánto cuesta un milagro?
-“Lo siento”,
el farmacéutico sintió que su corazón se rompió un poco.
-No
vendemos milagros aquí, dijo suavemente.
-“Tengo
dinero para pagarlo. Si no es suficiente…conseguiré más. Solo dime cuánto
cuesta”.
Junto al niño pequeño había un
hombre alto y bien vestido. Lo miró y le preguntó:
-¿Qué clase de milagro necesita tu hermana?
“No lo sé” contestó el chico. Lágrimas empezaron a rodar
por sus mejillas.
“Sólo sé que está muy enferma y tiene algo malo creciendo
en su cabeza”. El doctor dijo que necesitaba una operación. Pero mi papá no
puede pagarla, así que necesitamos un milagro para salvarla ahora”.
-“Por favor puedo usar todo mi dinero para salvar a mi
hermana”.
-¿Cuánto tienes? preguntó el hombre.
-“1 dólar y 12 centavos”. Contestó el niño con vos apenas
audible.
-“Es todo lo que tengo ahora, pero puedo conseguir más si
es necesario”, añadió rápidamente.
-“Bueno, qué coincidencia” sonrió el hombre.
-“1 dólar y 12 centavos ese es el precio de un milagro
para una hermanita.
Agarró el dinero del niño con
una mano y con la otra mano lo tomó de la mano y le dijo:
-“Llévame con tu hermana. Veamos si tengo el milagro que
ella necesita”.
Ese hombre era el director de
un prestigioso hospital. Él era justamente la persona que se necesitaba para
salvar la vida de la niña.
La operación se completó sin
ningún cargo y no pasó mucho tiempo hasta que la hermana del niño estaba en la
casa sana y salva.
-“Esa cirugía”, susurró su mama, “fue un verdadero
milagro. Me pregunto cuánto habrá costado”.
El niño sonrió al saber exactamente
cuánto cuesta un milagro. 1 dólar y 12 centavos ¡Y la fe de un niño pequeño!
Espero que sea una caricia para
el alma.
Josefina Mateos.
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