viernes, 28 de diciembre de 2018

LA NAVIDAD


LA NAVIDAD

La Navidad es una época del año muy especial. Para los niños son días mágicos, maravilloso y para los adultos es tiempo de recordar las ilusiones de nuestra infancia, de revivir ese espíritu infantil que está escondido el resto del año, de que los abuelos se acuerden de las alegrías de su juventud y las cuenten como graciosas anécdotas o historias.
La Navidad es para cada uno de nosotros como decidamos crearla, un reflejo de nuestros valores, esperanzas, costumbres. Es la inocencia, la ternura, la añoranza de nuestra niñez, de los villancicos, cuentos, panderetas y zambombas. Es transportarnos a otros años en los que la familia unida compartía la cena de Nochebuena al calor de la chimenea y del brasero. El reencuentro con los seres queridos que volvían a casa por Navidad, es una parte de nuestro hogar que uno lleva siempre en su corazón.
Alegrémonos de estas Fiestas que no sólo son para consumir y regalar, sino que el auténtico sentido de la Navidad está en apreciarla interiormente, y que despierte lo mejor del ser humano, la ayuda hacia los otros, el pedir por la paz en el mundo, el reclamar que no haya personas con hambre en la tierra, el sentir la presencia de Dios de cada ser humano.
En estos días todos tenemos buenos deseos, la esperanza puesta en el futuro que nos traiga abundantes y eternas bendiciones.
Honremos la Navidad en nuestros corazones conservando su espíritu durante todo el año. Valorar la conciliación, la generosidad y tener entrega es comprender el verdadero significado de la Navidad. Son deseos de paz y de felicidad, sin pensamientos de codicia. Que no sea sólo un día, sino que dure toda la vida el milagro de la época navideña, en que la navidad mueve una varita mágica sobre la tierra y todo se vuelve más hermoso, tierno, compasivo, sensible y humano.
En este tiempo en que todos se hacen regalos el mejor de ellos es la presencia de una familia unida y feliz.
Estemos abiertos a recibir las bendiciones tan especiales que Dios nos manda y la Tierra nos las da a través de sus frutos.
Qué la Paz reine en todos nosotros y que el espíritu de la Navidad siga vivo en nuestra alma.
Espero y deseo que este tiempo tan hermoso que hemos compartido sea una caricia para el alma.

Gracias por estar ahí.

Josefina Mateos Madrigal

28 de diciembre de 2018

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