viernes, 30 de noviembre de 2018

LA PIEDRA DE LA FELICIDAD



La Piedra de la Felicidad

LA PIEDRA DE LA FELICIDAD

Hace muchísimos años en un pueblecito escondido entre montañas, vivía una joven campesina que se dedicaba a cultivar un huerto y vivía de vender lo que producía. Un día fue a visitar a un familiar enfermo a un pueblo vecino. Cuando de repente vio relucir algo en mitad del camino, se acercó para ver qué era lo que emitía tanto brillo.
            -¡Qué piedra tan hermosa! Dijo la muchacha.
Era diferente de todas las que había visto, hasta le parecía que le hablaba.
Impresionada, decidió llevársela a su casa.
La piedra del tamaño de una naranja pertenecía a un ángel que la perdió en aquel lugar. Era la Piedra de la Felicidad. Poseía el poder de transformar los deseos en realidad.
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El ángel cuando se dio cuenta que había perdido la piedra fue a comunicárselo a Dios y éste evaluó el poder mágico de la piedra. Viendo que la persona que la había encontrado era una chica trabajadora cuya familia era pobre, pensó que se la podía dejar, y ordenó al ángel que se despreocupara, que no hacía falta que la recuperase.
Estando dormida la joven, el ángel se la apareció en sueños, y la dijo que la piedra tenía poder para conceder tres deseos. Pero que esos beneficios solamente podrían ser utilizados a favor de otras personas. Para obtener el deseo debía pensar y pedir lo que quería y después apretar la piedra entre las manos.
La chica se despertó sobresaltada. No le gustó saber que los poderes de la piedra sólo podían ser utilizados en provecho de los demás. Querían que fueran para ella. Pensó que era buena persona, nunca había pedido nada a la vida y siempre se había conformado con lo que esta le había dado. Lo más justo es que la piedra le regalase algo, ella la había encontrado.
Intentó pedir alguna cosa para sí misma, apretó la piedra entre las manos, no obtuvo nada. Entonces enfadada decidió guardarla. La piedra no tenía interés para ella.
Los años fueron pasando y la muchacha se volvió anciana. Cierto día hizo evaluación de su vida, recordó su pasado y concluyó que había llevado una vida infeliz, con muchas dificultades, necesidades y sufrimientos, siempre fue una persona solitaria y egocéntrica. Tuvo pocas amigas y reconoció haber sido muy egoísta. Jamás quiso el bien para los demás, al contrario, deseaba que todos sufrieran lo mismo que ella.
Recordó que guardó la piedra durante muchos años, casi toda su existencia, y se acordó del sueño de los poderes de la piedra. Entonces buscó por toda la casa, en los baúles, en los cajones, en los armarios…en todos los sitios donde hubiese podido guardar la Piedra de la Felicidad. Cuando la encontró lágrimas de alegría recorrieron su cara, ahora quería usarla en beneficio de los demás.
Pidió tres deseos, que una madre encontrase el paradero de su hija desaparecida hacía muchos años, inmediatamente la piedra le reveló en dónde estaba lo que proporcionó gran alegría a la mujer. El deseo de un joven, poniéndole a su disposición un bien material que necesitaba. Por último viendo el dolor que sentía un enfermo, le curó. En agradecimiento la mujer besó la piedra que se transformó en una nube blanca, brillante y en medio apareció el ángel que había visto en su sueño hacía muchos años, después de encontrar la piedra.
Concedidos los deseos, el ángel le habló y le dijo.
            -Has usado la Piedra de la Felicidad, lo que me pidas para ti te lo concederé. Primero debías hacer el bien a los demás para merecer que se te concediera tu deseo ¿Por qué tardaste tanto tiempo en usarla? Desde joven tuviste en tus manos la oportunidad de ser feliz pero la rechazaste.
La mujer se puso muy triste al entender lo que había sucedido. Tuvo en sus manos desde su juventud, la oportunidad de construir una vida llena de felicidad pero, encerrada en su egoísmo, jamás pensó que haciendo el bien a los demás cosecharía el bien para sí misma.
Lamentando su pasado de dolor y su error al despreciar a los demás, hizo un pedido conmovida y arrepentida y pidió un deseo con toda el alma:
            -Dame, tan solo, la felicidad de olvidar mi pasado egoísta.
Ahora que conoces el secreto de la piedra de la Felicidad, cuando la tengas entre tus manos, acaríciala suavemente y pide esos 3 deseos que verdaderamente harán felices a tus seres más queridos y con ellos, por supuesto a ti.
El ángel que siempre está a nuestro lado ayudará a que estos se hagan realidad.

Desde el corazón pongamos hoy especial intención y conciencia para que nuestra luz llegue a todos los habitantes del maravillo planeta tierra
.
Gracias desde lo más profundo de mi corazón por estar ahí.

Confío que esta lectura haya sido una caricia para tu alma.

Josefina Mateos M

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