viernes, 12 de julio de 2019

CULTIVO UNA ROSA BLANCA

Cultivo una rosa blanca

Cultivo una rosa blanca
en julio como enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo una rosa blanca.

Un poema precioso del cubano José Martí.

No le había escuchado hasta que mí querida amiga Rina, me pinto una rosa blanca con este bonito poema, cuando vino a mi casa en el verano de 2004. Lo enmarqué y lo tengo colgado mi casa.
¿Quién fue Rina Cuellar? Lo primero, una gran mujer y mejor madre, amaba a su familia. Culta y sensible. Defensora de los animales y las plantas, podíamos decir una ecologista. Luchadora hasta el final de su vida. Nunca se dio por vencida, aunque la vida la presentó muchos obstáculos. Tuvo etapas y momentos muy difíciles. Amaba a su país, México, y su historia, eso la llevó a investigar en archivos, bibliotecas, y todos los escritos que caían en sus manos, documentos viejos y antiguos, llenos de polvo y hongos, que hicieron que sus pulmones enfermaran, siendo esta la causa de su muerte. Sacó a la luz parte de esa historia que estaba sin descubrir y sin investigar. Quería a su gente, las costumbres y cultura de su México. Por tanto Historiadora e Investigadora, Pianista, Pintora, Maestra, escritora, autora del Libro "Rincones de Sinaloa", Institucionalizó el Juego del Ulama, Fundadora del "Casino de la Cultura". La gustaba la genealogía, hizo el árbol genealógico de varias familias.

Mi querida amiga, llegaste a España un caluroso 12 de agosto de 2004, querías conocer las raíces del Capitán Lázaro de Cebreros, cofundador de la ciudad de San Miguel de Culiacán, por eso viniste a Cebreros, de donde era natural este personaje. Quisimos hermanar Culiacán y Cebreros, pero te has ido y no lo hemos conseguido, nos pusieron muchas pegas, con lo fácil que sería. Espero que desde el otro plano me ayudes, y algún día nuestros pueblos permanezcan unidos y no solo por lazos de sangre y amistad.
Siempre estarás en mi corazón.


Josefina Mateos Madrigal

No hay comentarios:

Publicar un comentario