domingo, 12 de mayo de 2024

LA EVOLUCIÓN A TRAVÉS DEL TIEMPO


LA EVOLUCIÓN A TRAVÉS DEL TIEMPO

Me pregunto a veces si nuestros ancestros y sociedades primitivas eran más inteligentes y listos que la generación actual. Ellos no tenían los medios ni las tecnologías de las que se disponen ahora. Su vida era sobrevivir en un medio hostil, lleno de peligros acechando a cada momento. Estaban rodeados de animales peligrosos, tribus enemigas, naturaleza salvaje. No podían cometer ningún error porque ello les podía costar la vida, y a veces a su grupo. Supieron hacer armas para defenderse, utensilios para cazar y pescar, herramientas para construir refugios donde guarecerse de las inclemencias del tiempo y murallas para protegerse. Se orientaban en medio de un bosque, una montaña o en un sitio desconocido, por las estrellas, la luna o el sol. Sabían pronosticar el tiempo porque leían señales del cielo, podían predecir el clima observando la forma, el color y el movimiento de las nubes, las estrellas y la luna. El comportamiento de las aves, su migración y canto, podía indicar cambios en las estaciones o la aproximación de una tormenta. La conducta de los insectos, como las hormigas construyendo sus montículos o las abejas recolectando polen, podía ser un indicador de las condiciones climáticas inminentes. Mi suegro tenía una mula y un burrito y decía: “va a haber tormenta porque la mula está sudando”. Mi suegra sabía que cuando las piedras del portal lloraban, es decir que estaban húmedas, se avecinaba lluvia. Cuando yo era pequeña, mi madre decía que iba a llover o a cambiar el tiempo si la chimenea de la cocina olía a hollín. Igualmente si la campana extractora de la cocina me huele a grasa es que llueve en unos días. Si está nublado y veo a los pájaros volar alto es que va a llover.

También conocían las plantas y las hierbas curativas y las venenosas. Es cierto que las generaciones antiguas tenían un conocimiento profundo del mundo natural que les rodeaba. Eran observadores atentos de los patrones y señales en la naturaleza, lo que les permitía predecir el clima, encontrar su camino y buscar recursos.

Estas habilidades de observación y conocimiento de la naturaleza eran esenciales para la supervivencia y el éxito de las generaciones pasadas. Aunque en la sociedad moderna muchas de estas habilidades se han perdido o se han vuelto menos relevantes debido a la tecnología y la urbanización, aún hay mucho que aprender y apreciar del conocimiento ancestral sobre el mundo natural

Las generaciones primitivas estaban muy unidas por lazos de parentesco. Su estructura era simple. El grupo le dirigía quien estaba más preparado, el que demostraba que podía guiarles y protegerles. Normalmente eran los ancianos quienes tenían más experiencia y los demás no osaban revelarse contra ellos. Se regían por el derecho natural y consuetudinario, no tenían constituciones ni leyes absurdas como las actuales, todo era para beneficiar a la tribu o a la población, y no para prohibir y multar. Protegían y cuidaban a los más débiles sin abandonarles a su suerte. Todos eran iguales y aportaban al grupo lo mejor de cada uno. Su fin primordial, aparte de sobrevivir, era su espíritu, el más allá, el respeto a la memoria de sus ancestros y su comunicación con ellos.

Su cultura eran sus danzas, sus divinidades que les proporcionaban todo para vivir, el sol, el agua, la tierra. Sus cuadros eran las escenas de caza pintadas en las piedras de una cueva. Se fabricaban sus propias joyas y amuletos con piedras y huesos.

La sociedad actual es más compleja, hay jerarquías e instituciones que gobiernan a la población, no es que te protejan y te cuiden, como debería de ser, por eso pones tu confianza en que así sea, pensando que eliges a los mejores preparados para ello. Muchas veces en vez de protegerte te conducen directamente al precipicio.

Las sociedades modernas han logrado avances tecnológicos impensables hace pocos años, tanto han avanzado que no estamos seguros de poder sobrevivir a ellos. No sabemos si despertaremos cuando nos vamos a dormir, debido a las guerras que han originado los gobiernos, que en cualquier momento pueden apretar el botón rojo y llevarnos a un desastre nuclear.

En cuanto al desarrollo cultural e intelectual de las sociedades primitivas aunque limitado, no era nulo porque si estamos aquí y hemos progresado es porque ellos consiguieron transmitirlo oralmente, comenzaron a desarrollar la pintura, escultura, música, escritura. La sociedad actual dispone de nuevas tecnologías, que serían inimaginables en el siglo pasado.

La inteligencia de las generaciones antiguas se manifestaba de manera diferente a la de hoy. Ellos tenían una inteligencia práctica y una sabiduría profunda sobre su entorno, que les permitía sobrevivir y adaptarse a condiciones a menudo difíciles. Su conocimiento del mundo natural, las habilidades de supervivencia y la capacidad de vivir en armonía con su entorno eran cruciales para su supervivencia.

En la actualidad, la inteligencia se manifiesta a través de la innovación tecnológica, la resolución de problemas complejos y la capacidad de manejar información a gran escala. Aunque las habilidades de supervivencia básicas pueden no ser tan comunes, las intelectuales modernas permiten a las personas crear soluciones a problemas que las generaciones anteriores nunca enfrentaron.

Ambas formas de inteligencia son valiosas y han jugado un papel importante en la evolución humana. Las generaciones antiguas sentaron las bases para que las futuras pudieran construir y avanzar. Es un legado de adaptabilidad y aprendizaje continuo que nos ha llevado a donde estamos hoy,

¿Somos más inteligentes y más listos que las generaciones primitivas? Yo creo que no, porque si un día hubiese un apagón muchos no sobrevivirían. 

Como dijo Charles Darwin “Las especies que sobreviven no son las más fuertes ni las más rápidas ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.

Josefina Mateos Madrigal,

11 de mayo de 2024