PENSAR, VISUALIZAR, DECRETAR, Y CREAR.
Nuestra mente es poderosa. Cuando
decretamos algo desde lo más sincero del corazón,
ya sea de manera consciente o inconsciente, le
estamos dando una verdadera creación. Para que nuestro cerebro entienda mejor
las sensaciones que experimentamos hay que relajarse y visualizar lo que
queremos. Para eso cerramos los ojos e imaginamos situaciones que deseamos
vivir y proyectar al futuro para vivir mejor el presente. Se trata de pensar en
imágenes de manera clara y nítida.
La visualización
creativa, como dijo Shakti Gawain es "la técnica de utilizar la propia
imaginación para crear lo que se desea en la vida (…) que consiste en usar la
imaginería mental y las afirmaciones para producir cambios positivos".
Visualizar es proyección,
es energía, es creatividad al servicio de nuestros objetivos personales y
profesionales. Albert Einstein dijo “La Visualización lo es todo, es una visión
preliminar de lo que sucederá en tu vida".
No basta con
visualizar una vez y esperar a que se cumpla, debe hacerse a menudo,
construyendo cada vez más y más detalles, verte en él como si fuera real. A la
vez, transmitir energía positiva y sentir que es
posible. Y, por supuesto, no quedarte en la imaginación sino pasar a la acción,
poniendo en práctica gestos que te acerquen a ese objetivo deseado.
Podemos
poner el ejemplo de bendecir el alimento.
Cuando decretamos que lo que
vamos a comer se purifique y eleve su vibración para que
nos nutra con amor, inmediatamente, cambia su
vibración.
Hay que acostumbrarse a bendecir a
todas las personas y a las situaciones tanto positivas como negativas. Enfocar
tus bendiciones en lo que sí deseas no en lo que no te gusta. Comenzar el día
bendiciendo nos pone en actitud positiva y agradecida.
Masaru
Emoto, un científico japonés, ha hecho una
serie de experimentos con moléculas de agua, mediante
los cuales descubrió que las moléculas del agua pueden verse afectadas
por nuestros pensamientos, palabras y sentimientos. Emoto argumentaba haber
comprobado y demostrado que el «amor» y la «gratitud» tienen una capacidad de
transformación de lo más curiosa. Estas palabras, y las emociones positivas que
generan en el agua, como en nosotros mismos, cambian la estructura del agua en
hermosa y equilibrada. Por eso, decía Emoto, «estoy convencido que nuestras
meditaciones y afirmaciones nos ayudan a sanar». Emoto tomó agua de un río
contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que la imagen que aparecía en ellas no era un
hermoso hexágono sino una forma desestructurada, como si el agua fuera sensible
al entorno donde se halla.
Bendecir es muy fácil, basta con tener
la intención de enviar todo el amor y desear desde tu interior el bien a la
persona o situación. Bendice todo lo que deseas.
El opuesto de “bendecir” es
“maldecir”. Si maldices, el mal que deseas te será devuelto. La ley de Causa y
Efecto nunca falla.
Las afirmaciones permiten sustituir ideas caducadas por otras más
positivas y repercuten directamente en nuestras actitudes y comportamientos.
'Soy capaz de conseguir lo que me proponga', 'cada día, en todo lo que hago,
soy mejor y mejor' o 'me encuentro centrada y tengo tiempo para todo', son
algunos ejemplos de afirmaciones con las que cerrar una visualización creativa.
Es importante acabar con una afirmación, parte importante dentro del proceso ya
que ayuda a consolidarlo y a alejarse del pensamiento negativo.
Hay hallazgos que
confirman que los seres humanos utilizamos sólo una décima parte de nuestro
cerebro y de nuestras posibilidades mentales y que nuestras representaciones mentales
influyen tanto positiva como negativamente en nuestro sistema nervioso.
Cuando uno afirma que no está
preparado para realizar algo, ya sea por miedo o inseguridad, lo está afirmando y por lo tanto está atrayendo
esa energía a su vida. Hay una gran frase que dice: No digas
no puedo ni en broma, porque tú
inconsciente te lo
recordará cada vez que lo intentes.
Josefina
Mateos M. (8 de marzo de 2023)
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