LA IGNORANCIA
La
ignorancia es un concepto que indica falta de saber, conocimiento, o
experiencia. La ignorancia es una desgracia voluntaria que en parte, la mayoría de las veces se puede vencer. Sócrates y Diógenes aseguraban que sólo hay un
bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia.
La
ignorancia es la base de muchos males en la sociedad humana. Desconocemos la mayor parte de la realidad que somos.
La ignorancia destruye todo aquello que es diferente. Mart Artson afirmaba que “La ignorancia puede ser
curada, pero la estupidez es eterna”.
El grave peligro de la ignorancia es la ceguera moral que fomenta. Según Platón la ignorancia es una enfermedad del alma. Para Carl Sagal “La ignorancia engendra monstruos para llenar las vacantes del alma que permanecen desocupadas de todas las verdades del conocimiento”.
Baltasar Morales Gracián, alegaba que “El primer paso de la ignorancia es presumir saber, y muchos sabrían si no pensasen que saben”. Ignorar significa creer que se sabe, cuando en realidad no se sabe; es decir, lo que se cree saber está ausente de ser, de orden, no sólo no es el ser, sino aún más, no es el no-ser.
Sócrates aseveraba que existen dos tipos de
ignorancia: la ignorancia
sabia y la ignorancia necia. La ignorancia sabia es la ignorancia consciente: implica saber que no se sabe. La ignorancia necia es la que se ignora a sí misma: no se sabe,
pero se cree saber. La
sabiduría nos invita a anteponer la lucha contra la ignorancia como una
prioridad en la agenda. La ignorancia es nuestra compañera de viaje
Martin Luther King escribió en Strength
to Love que “nada en el mundo es más
peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. La ignorancia es uno de los peores males de nuestra
sociedad. Muchos prefieren vivir en ella que despertar y luchar contra la cruda
realidad.
Cuando la ignorancia grita la inteligencia calla, es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas. Cuando la ignorancia envidia y critica, la inteligencia enmudece, escucha y se ríe. La información y la educación pueden ayudar a disminuir la ignorancia, pero una auténtica transformación de ese comportamiento requiere un cambio tanto del corazón como de la mente. Bernard de le Boivier Fontenelle dijo que “el orgullo es el complemento de la ignorancia”.
Decía un proverbio: “cuán atrevida es la ignorancia”. Básicamente lo que quiere decir es que cuando no sabemos de algo, lejos de callarnos y escuchar, nos atrevemos a proponer, comentar, juzgar..., diciendo cosas que no nos atreveríamos a decir si tuviésemos más información o más conocimiento. Si discutes mucho para probar tu sabiduría, pronto probarás tu ignorancia.
Las decisiones tomadas en ignorancia que no es reconocida típicamente conducen a decisiones erróneas con efectos negativos para las personas. Concepción Arenal exponía que “con la ignorancia armonizan bien los errores”. Con frecuencia, la ignorancia engendra más confianza que el conocimiento, siendo la negación el argumento favorito de la ignorancia, en realidad, su único argumento.
Según Sócrates, nadie actúa mal voluntariamente. El que actúa mal, lo hace por ignorancia del bien, porque desconoce qué es "lo bueno": nadie obra mal a sabiendas. Actualmente este pensamiento está desfasado pues la sociedad actual va directa a su autodestrucción por el mal que muchos están infringiendo deliberadamente.
Algunos piensan que son más felices permaneciendo en la ignorancia que cuanto más se sabe más se sufre. Giacomo Leopardi decía: “la felicidad está en la ignorancia de la verdad”. La ignorancia es madre del miedo y el temor es hijo de la ignorancia. El hombre tiene temor y en su ignorancia no se le ocurre nada mejor que someter a los que considera que le pueden hacer daño o que poseen lo que creen necesitar. Siendo la ignorancia lo que le lleva a acumular lo que piensa que necesita para asegurarse su bienestar futuro. Anatole France, escribió que la vida nos enseña que no podemos ser felices si no al precio de cierta ignorancia.
La abundancia de palabras y la ignorancia predominan en la mayor parte de los hombres; si quieres sobresalir de la mayoría inútil, cultiva tu conocimiento y envuélvelo en nubes de silencio. En el mundo no hay nada tan común como la ignorancia y los charlatanes. Los fuertes y poderosos siempre están del lado de la ignorancia, nos quieren ignorantes para robar nuestra libertad y amenazan nuestra escasa calidad de vida. La ignorancia se combate con la consciencia, sin temor y sin miedo a un futuro incierto. El mantenerte en la ignorancia es hacer débiles las mentes porque así dominan la realidad que vivimos.
Charles
H. Spurgeon señaló: “El umbral del templo de la sabiduría es el conocimiento de
nuestra propia ignorancia”.
El miedo
siempre viene de la ignorancia por lo tanto hay que desecharle de nuestra vida.
Josefina Mateos
Enero de
2023.