El mes de febrero, desde la Antigüedad, ha estado asociado al amor y al romance. Cada 14 de febrero se celebra San Valentín, día del amor y la amistad, llamado día de los enamorados.
El origen de esta tradición se remonta
al siglo III, cuando los cristianos estaban perseguidos y el cristianismo se
extendía por el Imperio romano. El emperador Claudio II prohibió la celebración
de matrimonios a los jóvenes soldados porque decía que si estaban solteros
tenían mejores condiciones físicas y emocionales para luchar en el campo de
batalla.
San Valentín nació en el año 226 d. C,
en Roma y se convirtió al cristianismo siendo un fuerte defensor de este. Pensó
que la ley era injusta, se opuso a ella y desafió al emperador poniendo su vida
en peligro casando a las parejas en ceremonias secretas. Su fama como protector
de los enamorados se extendió rápidamente por Roma hasta que llegó a oídos del
emperador quien mandó detenerle y enviarle al prefecto de Roma. Este quiso que
renunciara a su fe, cosa que no consiguió a pesar de todas sus promesas. Muy
enfadado el prefecto mandó que lo golpearan y encerrasen en un calabozo y
después que lo decapitaran.
Según la leyenda, durante el tiempo
que San Valentín estuvo en prisión se enamoró de Julia, la hija del carcelero,
una joven hermosa y ciega, a pesar de ello a él no le importó y la amaba con
más fuerza. En el tiempo que estuvo encarcelado se produjo el milagro y Julia
recuperó la vista.
San Valentín dejó una carta de despedida
con la firma “de tu Valentín”. Julia en recuerdo de su amor plantó un almendro
de flores rosadas junto a su tumba donde todos los días iba a regar el árbol y
a llorar a su amado. Se considera que las flores de almendro significan el amor que supera todo, incluso la muerte. La flor de almendro
simboliza la vida eterna.
San Valentín fue ejecutado el 14 de
febrero del año 270 d.C. El Papa Gelasio I, en el siglo V, convirtió esta
fecha en festividad cristiana, eliminando del calendario romano la festividad
pagana de las Lupercales, que en la antigua Roma se celebraban un día después,
el 15 de febrero. Este día era una de sus festividades sexuales más
importantes, los Lupercales, que lanzaba a las calles a los “lupercos”, jóvenes
desnudos que iban azotando a las mujeres que encontraban por el camino con unas
correas de piel de cabra, a modo de miembro viril.
En el año 1848, catorce siglos después,
Esther Howland, como recuerdo de la carta que San Valentín escribió a Julia,
convertiría la escritura de cartas y dedicatorias al ser amado en una
tradición. Aprovechó esta fecha para vender las primeras tarjetas postales de
enamorados. Unos
productos que se vendían por unos centavos en la librería que regentaba su
padre en Worcester (Massachusetts) y las cuales se convirtieron en todo un
éxito.
En los países donde se festeja, este
día se aprovecha para que los enamorados o amigos celebren su amor y su afecto.
Es común que se intercambien regalos o tarjetas de felicitación, dependiendo de
la tradición de cada lugar. El símbolo universal del amor es el corazón. Y los
obsequios para el Día de San Valentín suelen ser en forma de corazón.
Es así como comienza la tradición del 14 de febrero día del amor y la amistad.
Como dijo Miguel de Cervantes “El amor
es invisible y entra y sale por donde quiere sin que nadie le pida cuenta de
sus hechos”. Mario Benedetti expresó “Lo nuestro es ese indefinido vínculo que
ahora nos une”. Y Pablo Neruda escribió “En un beso sabrás todo lo que he
callado”. El más poderoso hechizo para ser amado es amar.
Como el refranero castellano es muy
sabio termino este relato con unos cuantos refranes: “Donde hay amor, no hay temor”.
“El amor la tos y el fuego no pueden ser encubiertos”. “Amor primero, amor
postrero”. “Música y flores llaman amores”.
Josefina MateosM
(14 de Febrero de 2022)