LA COMPASIÓN
La compasión es una
cualidad del ser humano, un sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o
sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo. Nos humaniza y nos enternece. Nos
impulsa a ayudar no solo a las personas que tienen necesidades sino a otros
seres que están sufriendo, nos identificamos con ellos, con su dolor, su angustia,
su fracaso. La persona sufre psíquicamente y físicamente. A veces se dice que
te duele el alma de ver tanto dolor. Más intensa que la empatía, la compasión
es la apreciación y la identificación en el sufrimiento del otro, cuando lo
sentimos y lo vemos tratamos de aliviarlo. Una persona compasiva es incapaz de
hacer daño a otro ser. Es el deseo y la acción de aliviar, reducir o eliminar
la situación dolorosa.
Pienso
que la compasión va unida a la empatía porque nos permite ponernos en el lugar
del otro, eleva nuestro espíritu y nos abre la consciencia para evitar el
sufrimiento y procurar la felicidad y el bienestar de los que lo están pasando
mal. Es sentir a los demás como si fuésemos nosotros mismos, ponernos en el
lugar del otro, “si te hiero, me hiero”.
Si
algo necesita este mundo es la compasión, si algo puede cambiarlo es la
compasión. Los países funcionarían mejor con un poco más de compasión, cuidado
y amor. No habría guerra, no se haría daño porque todos somos
hermanos y debemos ayudarnos mutuamente sobre todo cuando el otro, ser sufriente, lo necesita. Entre los
elementos que más contribuyen a la felicidad está la compasión, que junto con la
gratitud, el perdón y disfrutar de las cosas pequeñas que nos acompañan a
diario contribuyen a la felicidad.
Olvídate de lo que das, o no des, es más honesto y
no resta "tener compasión
por los menos afortunados". El dar surge desde el amor mismo y es
desinteresado. La compasión va unida a la
bondad y a la humanidad. Reconfortar al sujeto ante el
sufrimiento, entendiendo que el dolor primario es consustancial al ser humano.
Si no hay ternura y amor no hay compasión hacia los demás, o hacia uno mismo.
La compasión es una
emoción positiva que hay que cultivar y enseñar a nuestros hijos desde pequeños, ya que ayuda, no solo al que sufre, sino a ser mejor persona la que siente compasión por otro ser especialmente cuando es un ser inocente e
indefenso como son los ancianos, los niños y los animales maltratados y
abandonados. La compasión no es debilidad
el apóstol Pablo afirmaba que la compasión es
«reír con los que ríen y llorar con los que lloran». El ser humano puede tener inteligencia,
riqueza, bienes, amigos, pero si no tiene compasión y caridad no tiene nada.
Josefina
Mateos Madrigal
28 de
octubre de 2021